En el planeta nadie es completo y perfecto por definición y los líderes tampoco. El líder puede estár psicológicamente enfermo, y las consecuencias las pagan las personas cercanas y toda la red industrial y social a la que pertenece, o hacia la que se deriva su actividad.
Cuando a una empresa o institución llega un nuevo profesional cualificado que sabe más que el jefe, es fácil si está acomplejado y es inseguro, que comience a tener celos o se acompleje. Y esto en realidad es muy fácil, ya que en muchas ocasiones los jefes han sido designados por ser más obedientes, o lo son por ser propietarios, no por sus conocimientos.
Y ello es un paso hacia el acoso. Un profesional que sabe, molesta, ya que pone en evidencia las carencias de su superior. Y el jefe sabe que el profesional "sabe" que él, su jefe, "no sabe". Y puede hablar y contarlo, así que ante la amenaza de que los empleados se enteren de sus carencias, mejor irlo quitando del medio, como se pueda. Este grupo de acciones forman parte de un sector de causas de acoso.
Cuando un jefe es inseguro y con falta de autoestima y confianza en sí mismo, se refugia en el cargo que le da seguridad, y aparece ante los empleados como la persona que administra el poder y al que hay que obedecer. El profesional, sin embargo, disfruta del poder natural que da el conocimiento y es fácil que se vayan creando relaciones cercanas con los empleados, que valoran sus competencias.
El lider con seguridad y confianza disfruta del profesional cualificado, juntos resuelven los desafíos, consiguen objetivos y cumplen los proyectos. Están satisfechos de pertenecer al equipo de esa empresa.
Cuidado un líder enfermo psicológicamente, puede hacer sufrir mucho a la gente de su entorno. Cuidado...!