Según en cada persona, los más frecuentes son:
-Cercanía de personas tóxicas en la vida: pareja, familiares, amigos, conocidos.
-Hacer daño a otros y tratar mal a la gente.
-Falta de responsabilidad en el trabajo.
-Actividades que a uno le desagradan.
-No poder expresar sus puntos de vista, opiniones y deseos.
-Tener que realizar trabajos que no gustan.
-Hacer cosas por agradar a otros.
-Recordar vivencias negativas.
-Imaginar problemas o fracasos.
-Tener miedo.
-Comer sin control.
-Tomar drogas y alcohol.
-Tomar medicaciones que no se necesiten.
-Falta de organización.
-Vivir en espacios con muchos objetos.
-Vivir en un escenario con objetos que no se usan.
-Dejarlo todo para otro día, posponer tareas.
-Criticarse y juzgarse a uno mismo y a los demás.
Una vida así, cargada de todas esas circunstancias, vacía a la persona de energía y no le queda fuerza para lo que realmente son sus alegrías y pasiones, crear actividades y placeres para sí, la pareja, la familia y para vivir con alegrías y sobre todo, con energía y fuerza.