Todo la gente lo supone. Las mujeres se masturban, desde que el Dr. Kinsey sugirió el dato del 62% de mujeres que lo practicaban. En las encuestas no todas las personas dicen la verdad, hoy se sabe que un porcentaje alto lo practica. Y las fábricas de aparatos sexuales, como vibradores y otros lo corroboran. Hay mucha venta. Para algo será.
Parece casi un tabú hablar de ello en público y actualmente es más por ser comportamiento íntimo, singular para cada persona y con sus propias características que porque sea exclusivamente el tabú sexual. Si es cierto que aún hay muchos reparos en ello y muchas mujeres que lo practican lo negarán siempre. La tradición religiosa ejerció mucha presión en ello y así es casi imposible en una dos generaciones superar las culpas.
Independiente de las dimensiones socioculturales, este comportamiento sexual ayuda a la mujer a que conozca su cuerpo y desarrolle su consciencia sexual. Ello facilitará su comportamiento en pareja, puesto que al menos sí conoce sus reacciones, y estará más segura al compartir.
Otro gran beneficio es que con el entrenamiento y práctica de los músculos de la zona, se tonifican y sus poderes sexuales crecen, puesto que la movilidad de la zona mejora. Y aunque se sabe que la sexualidad está sobre todo en la mente, a la hora de la materialización práctica, el entrenamiento cuenta.
Y además el orgasmo es una descarga de neurotransmisores altamente beneficiosa para el organismo. Y eleva el nivel de defensas.
Incluso cuentan que libera mucho el no tener que estar pendiente del otro y así se concentran mejor y consiguen mejores orgasmos.
Como tantos otros asuntos de la vida, las personas son libres, la decisión es suya. Y sobre todo el grado de privacidad lo determina cada persona, que nadie se sienta acomplejado porque haya gente en presencia de uno que lo cuente. En esto también abunda el hacer............y callar..............
Parece casi un tabú hablar de ello en público y actualmente es más por ser comportamiento íntimo, singular para cada persona y con sus propias características que porque sea exclusivamente el tabú sexual. Si es cierto que aún hay muchos reparos en ello y muchas mujeres que lo practican lo negarán siempre. La tradición religiosa ejerció mucha presión en ello y así es casi imposible en una dos generaciones superar las culpas.
Independiente de las dimensiones socioculturales, este comportamiento sexual ayuda a la mujer a que conozca su cuerpo y desarrolle su consciencia sexual. Ello facilitará su comportamiento en pareja, puesto que al menos sí conoce sus reacciones, y estará más segura al compartir.
Otro gran beneficio es que con el entrenamiento y práctica de los músculos de la zona, se tonifican y sus poderes sexuales crecen, puesto que la movilidad de la zona mejora. Y aunque se sabe que la sexualidad está sobre todo en la mente, a la hora de la materialización práctica, el entrenamiento cuenta.
Y además el orgasmo es una descarga de neurotransmisores altamente beneficiosa para el organismo. Y eleva el nivel de defensas.
Incluso cuentan que libera mucho el no tener que estar pendiente del otro y así se concentran mejor y consiguen mejores orgasmos.
Como tantos otros asuntos de la vida, las personas son libres, la decisión es suya. Y sobre todo el grado de privacidad lo determina cada persona, que nadie se sienta acomplejado porque haya gente en presencia de uno que lo cuente. En esto también abunda el hacer............y callar..............